ORQUESTAL

NOTAS AL PROGRAMA

A través de cuatro movimientos, el concierto traza una narrativa no lineal sobre las etapas del proceso creativo.
𝗜. 𝗕𝗿𝗮𝗶𝗻𝘀𝘁𝗼𝗿𝗺𝗶𝗻𝗴 (Lluvia de ideas). Es la génesis del material: inquieta, fragmentada y en constante cambio. Lo culto y lo popular se enfrentan.
𝗜𝗜. 𝗖𝗮𝘁𝗵𝗮𝗿𝘀𝗶𝘀 (Catársis). Es el núcleo emocional de la obra. Es el movimiento más solístico e introspectivo.
𝗜𝗜𝗜. 𝗥𝗲𝘀𝗲𝗮𝗿𝗰𝗵 (Investigación). Se exploran timbres y texturas en una búsqueda formal en la que la resonancia del piano es amplificada por la orquesta.
𝗜𝗩. 𝗥𝗮𝗴𝗲 𝗮𝗻𝗱 𝗘𝘂𝗽𝗵𝗼𝗿𝗶𝗮 (Rabia y Euforia). Encarna el lado visceral del proceso: la rabia cuando las ideas se resisten a tomar forma y la euforia de verlas cobrar vida finalmente.

NOTAS AL PROGRAMA

A finales de junio del 2022 viví un momento maravilloso junto a la Orquesta Filarmónica del CSMA y al Coro de Cámara del CSMA, gracias al taller de lectura de orquestaciones y en especial a Borja Quintas y a Juanjo Eslava.
Quería agradecerles a Elena Ruiz-Ortega, al Ensemble y Coro de Cámara del CSMA todo el trabajo que hicieron en la ópera para coro “Francisco de Goya: Con la música a otra parte”. Así que decidí orquestar una de las partes que más trabajamos y que cantábamos todo el rato por los pasillos.

En el fragmento ocurre lo siguiente: Goya está inmerso en una pesadilla surrealista, piensa que los cien mil hijos de San Luis vienen a por él y que les protege la Virgen del Pilar. La voz de Leocadia se adentra en su sueño para calmarle, hasta que despierta abruptamente.

Fue Sergio Martínez Zangróniz quien dirigió mi obra en el estreno, cosa que me hizo una ilusión tremendísima. Es una de las personas que mejor conoce la obra. Se aprendió la reducción de piano casi de memoria y nos salvó en muchos ensayos.

Era la primera vez que escribía para gran orquesta y coro ¡Vaya experiencia!

NOTAS AL PROGRAMA

Durante el mes de julio de 2021 estuve tres semanas en San Petersburgo formando parte de Innopraktika & Russian Seasons School 2021 Music Session junto a otros cantantes, directores y compositores de todo el mundo. Nos concedieron una beca que nos permitió conocer de muy cerca la idiosincrasia rusa y el papel que ocupan allí la música y la cultura. Visitamos sitios espectaculares: óperas, ballets, museos, tiendas inmensas de partituras y muchísimas cosas más. San Petersburgo es una de las ciudades más bellas que he visto en mi vida.

Estrenar una pieza para orquesta en tiempos de COVID fue extremadamente difícil. Ha sido un verdadero reto enfrentarse a la composición de una obra para gran orquesta, cinco minutos de música en unas semanas y todos los materiales, incluídas las treinta particellas. Una locura. Sin embargo, ha sido uno de los retos del proyecto que más me ha enseñado: trabajo duro y eficacia al máximo.
Nos propusieron varios temas de obras de Rimsky Korsakov. Yo me decidí por “El ruiseñor y la rosa”, sin haberla escuchado antes, esta romanza sonaba muy familiar para mí. Mi folclore, el flamenco, resonaba en el folclore ruso, había evidentes puntos de conexión. En la obra tiene lugar una conversación imaginaria entre estas dos tradiciones intentando “recordar” memorias comunes, tomando como punto de partida la obra de Korsakov.
El concierto fue inolvidable. Fue genial haber trabajado con Yuri Lebedev que sacó el máximo rendimiento a la obra en los pocos ensayos que tuvimos con la orquesta.

Destaco sobre todo el lado humano de esta experiencia. Aprendí muchísimo de mis compañeros, quienes han sido puros y sinceros, entregando su alma al proyecto. La labor del compositor es dura y solitaria; encontrar personas con la misma pasión e inquietudes ha sido inaudito. Dejó de ser un trabajo individual para convertirse en un proyecto colectivo extraordinario. Jamás imaginé hacer tan buenos amigos de todo el mundo en solo tres semanas. A pesar de nuestras diferencias, compartíamos las mismas preocupaciones y luchábamos diariamente por dar lo mejor de nosotros, siendo hoy una fuente inagotable de apoyo e inspiración.